Revista Tiempo de Paz 150 | UN MUNDO EN TRANSICIÓN

Revista Tiempo de Paz 150 | UN MUNDO EN TRANSICIÓN

Número: 150
Periodo: Otoño 2023

El tránsito de un orden a un nuevo orden pasa por el desorden decía, en 1991, el profesor Pierre Marie Dupuy, en el contexto de los cambios que se avecinaban tras la caída del muro y la inminente desintegración de la Antigua Unión Soviética. Esos cambios acabaron con las premisas del mundo de la guerra fría y llevaron a la sociedad internacional a una nueva época, la luego llamada era de la globalización. Como dijera Giovanni Sartori, aquello suponía el triunfo del capitalismo, de la economía de mercado, neoliberal, sobre la economía comunista y/o planificada, como modelo que se implanta en el nuevo mundo de manera global.

 

Ese cambio fue sistémico, pues no solo afectaba a la política sino también a las bases mundiales de la economía, y abría la sociedad internacional a un mundo nuevo en el que, por unos años, Estados Unidos lideró la comunidad internacional, si bien desde una posición crecientemente unilateral y sin tener en cuenta las normas del orden internacional, como bien demostraba su estrategia de seguridad nacional, y algunas actuaciones como, entre otras, la guerra de Iraq. El tránsito de un mundo bipolar a un mundo unilateral ha sido sustituido, en el mundo del tiempo presente, por el multipolarismo, una situación que está produciendo importantes cambios en la base social del poder internacional. Estos cambios y las incertidumbres que traen aparejadas son las que hicieron elegir al Consejo de Redacción de la revista este tema. Para su preparación ha tenido todo el consejo una preocupación importante y muy en especial Emilio Menéndez del Valle, Embajador de España, al que agradecemos su contribución como coordinador.

En esta nueva situación de transición cabe destacar el ascenso de China, fundamentalmente, y de otros países del Sur global. Esto está afectando al peso de occidente en el mundo. El mundo de la modernidad, desde el siglo XV hasta el siglo XX, había sido moldeado y dominado por occidente, primero a través de la expansión imperial de los diferentes países europeos, en primer lugar, España y Portugal, luego Francia, Holanda y Reino Unido, a los que se sumarían Bélgica, Alemania o Italia, a fines del siglo XX con el reparto de África. Ese mundo de Imperios, tan bien analizado por Eric Hobsbawm, sería sustituido, por obra de los entonces emergentes Estados Unidos y la Unión Soviética, por la confrontación creciente entre ambos, fundamentalmente desde la II Guerra Mundial, y por una arquitectura institucional reflejada en la Sociedad de Naciones y, desde 1945, en las Naciones Unidas y los organismos especializados.

Han pasado más de setenta años y el mundo de ayer, en expresión del célebre Zweig, parece sobrepasado por los nuevos vientos que soplan desde el sur global, los BRICS, China, Rusia y otros países ya emergidos, que reclaman tácita o expresamente, un nuevo rol en las relaciones internacionales y cambios en las instituciones mundiales. Afrontar desafíos como el cambio climático, la pandemia, los conflictos (como el de Gaza, o el de Ucrania), los derechos humanos, la economía etc..requieren de transformaciones institucionales y normativas.

Aunque todavía no se ha diseñado el mapa del futuro, ya vemos la crisis del presente. El objeto de este número es reflexionar sobre un mundo que está en transición en la medida en que se avecinan importantes cambios, pero todavía no se han dibujado los contornos de la arquitectura jurídica, normativa y política del nuevo mundo. Para vislumbrarlo hemos convocado a personas que representan visiones plurales y actuales y hemos intentado, y creo que conseguido, que no todos tengan la misma mirada desde la ventana europea y/o occidental. Se analizan nuevos temas de la agenda actual, como la economía, a cargo de J. Moisés Martín, que pone el acento en la necesidad de una autonomía estratégica y de una nueva economía circular, en un ciclo económica de crecimiento más bajo.

Que el mundo está en tránsito se deduce de la mayoría de las ponencias. Como bien indica en su lúcida exposición J. Borrell, Alto representante de la política exterior europea, que muestra la paradoja de que el mundo es más multipolar al mismo tiempo que el multilateralismo está en retroceso, por tres razones: la redistribución mundial de la riqueza, el ascenso de China y del Sur global y un mundo cada vez más regido por acuerdos bilaterales más que globales. Frente a esta situación de crisis del multilateralismo propone que Europa trabaje de otra manera en lo que denomina minilateralismo, que llevaría a forjar alianzas entre Estados a las que se sumasen de manera gradual otros países.

Carlos Revilla indica que estamos regresando a un mundo confrontado del que se pueden hacer diferentes lecturas, bien sea sobre la competencia por la hegemonía entre las potencias, bien sea desde la imperfección del mundo multipolar. Analiza con agudeza este autor la polarización creciente que se da tanto en el ámbito internacional como interno desde la perspectiva ideológica, que muestra una insuficiente deliberación en el sentido habermasiano, ambos polos, lo que no constituye un horizonte halagüeño en un mundo dividido y más confrontativo

Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, consciente de la crisis de Naciones Unidas, propuso la celebración, en septiembre de 2024, de la Cumbre del Futuro, para fortalecer la organización y dar un nuevo impulso a la Agenda 2030 y a la gobernanza global, como analiza Anna Ayuso del CIDOB. La autora confiesa que el contexto no llama al optimismo, ante la crisis de credibilidad y los reiterados fracasos que ha habido sobre la reforma de la organización. La debilidad onusina ha llevado a que otros foros, como el G-20, los BRICS o el G 77 tengan un mayor papel. La posibilidad de que el G-20 lidere los cambios es objeto una interesante reflexión por parte de Enrique Viguera, Embajador de España, que considera que por su carácter flexible e informal se puede adaptar mejor que las organizaciones internacionales a la multipolaridad. En esta línea habrá que ver si China está más interesada en afirmarse como superpotencia o en utilizar el G-20 para un rediseño de la arquitectura internacional.

Junto a China hay otros países que sacan la cabeza en este mundo en transición, muy en especial la India, objeto de análisis por Raja Mohan, investigador del Instituto de estudios del Sur, de la Universidad Nacional de Singapur, que analiza el creciente liderazgo de este país, y que considera que podría hacer de puente natural del Sur global. El Indo Pacífico aparece como un nuevo concepto geopolítico que se impone al de Asia Pacífico, considera Juan Manuel López Nadal, que profundiza en la emergencia de India como potencia regional y elemento equilibrador frente a China y en la creciente importancia de las comunicaciones marítimas entre los océanos Indico y Pacífico para la economía y la geoestrategia mundial.

El embajador José María Ridao hace un extenso estudio de la confrontación Israel/Palestina desde 1948 y de cómo ha ido afectando a las relaciones entre los países occidentales y  los países árabes, en particular Estados Unidos, y de cómo la guerra actual Hamas/ Israel, se ubica en el momento actual, con la guerra de Ucrania en juego.

En cuanto al papel de Rusia en este contexto Enrique Gomáriz, antiguo director de la revista Tiempo de Paz, profundiza en el análisis de en qué medida podría considerarse que Rusia se está desmoronando y podría pronosticarse la caída del régimen. Su análisis parte de la división en tres fases de la historia de Rusia, tras el hundimiento de la URSS (1991-99; 2000-2015; 2015-), estando actualmente en una situación de autocracia y en una posible crisis en ciernes.

Los cambios en el poder también traen a la agenda internacional nuevos temas y preocupaciones, que son objeto de análisis por otros autores. Así, de un lado estos cambios están introduciendo una nueva perspectiva geopolítica sobre el Ártico, objeto de análisis por K.M. Sethi, del Indian Council of social science Research y del Centro de estudios polares de la Universidad M. Gandhi, y por Ana Manero, Catedrática de derecho internacional público de la Universidad Carlos III de Madrid. Sethi analiza cómo las tensiones geopolíticas de Ucrania se han extendido al Ártico, y cómo los intereses de USA, UE, Rusia y China, entre otros, pueden impactar en los ecosistemas árticos. Su análisis pone el acento en que es fundamental que la comunidad internacional mantenga su compromiso ambiental y climático con las regiones polares, al margen de las tensiones geopolíticas. De igual modo, la profesora  Manero aborda las tensiones y la competencia por los intereses en juego así como la necesidad de que la gobernanza del Ártico se haga desde los desafíos asociados climáticos y de seguridad, mostrando que la región ha pasado de la periferia al centro geopolítico.

La preocupación por el medio ambiente y el cambio climático es objeto de otras reflexiones, muy en especial la del coordinador del número, Menéndez del Valle que, con un enfoque prospectivo e interesante, aboga por la necesidad de avanzar hacia una visión ecocéntrica que sustituya la visión antropogénica preponderante desde la revolución industrial. Es necesario girar la preocupación hacia la salud del planeta y de la naturaleza, para lo cual es necesaria una combinación de esfuerzos de la sociedad civil, los Estados y la evolución del Derecho, habiendo -indica- una emergente visión ecocéntrica global que puede acabar otorgando derechos intrínsecos a la naturaleza. También se abordan otras cuestiones que la comunidad en transición debe tener en cuenta, como la igualdad de género. Ana Isabel Garcia, de la Fundación Género y Sociedad de Costa Rica, aborda la guerra de Ucrania (que considera imposible de ganar) también desde esta perspectiva, del mismo modo que María Solanas, del Real Instituto Elcano, profundiza brillantemente en el análisis de la igualdad de género en un orden internacional en cambio. Analiza la dimensión de la crisis del orden internacional como consecuencia de la multipolaridad, la fragmentación, la rivalidad y los países emergentes y plantea la cuestión de en qué medida la diferencia de valores y actitudes sobre el género y la sexualidad es una de las fracturas de la política global contemporánea.

Por último, pero no por ello menos importante dos artículos sobre derecho humanitario internacional, en relación con el mundo y, en particular con Gaza. De un lado Carlos Batallas, del Consejo de Redacción y antiguo miembro del CICR analiza los elementos y principios básicos del Derecho internacional humanitario, que siempre es bueno tener presente, máxime en un mundo en conflictos tan agudos y graves como los de Ucrania o Gaza, además de otros menos aireados en la prensa como ha sido el de Nagorno-Karabaj, en suelo europeo y en tiempos recientes, ante el olvido de las potencias por unas u otras razones que normalmente tienen relación con los intereses económicos y geopolíticos. Finalmente, Juan Echanove analiza una cuestión de máxima actualidad, desgraciadamente, como es la de la situación humanitaria en Gaza, y lo hace desde la perspectiva de los derechos humanos y del derecho a la alimentación y al agua.

Invitamos a la lectura y a la reflexión sobre estos temas, que esperamos que abran nuevas vías de reflexión que permitan dar luces sobre la evolución. Muchas reflexiones de este número están hechas con las luces largas, poniendo una luz optimista hacia el futuro, pues confiemos en que está transición acabe resultando en avances para la humanidad.

 

Revista Tiempo de Paz 149 | ARTE Y VALORES

Revista Tiempo de Paz 149 | ARTE Y VALORES

Número: 149
Periodo: Verano 2023
Pincha en el link para ver la presentación online de la revista 149

Tiempo de Paz plantea en este número un debate sobre la relación entre el arte y los valores y sobre si a través del mismo se transmiten, consciente o inconscientemente, los de cada tiempo histórico..

Es un tema que no se ha tratado mucho ni en Tiempo de paz ni en otras revistas, pero que el Consejo de redacción ha entendido que es una manera de acercarse a los valores de la dignidad, la paz y la solidaridad (junto a los valores de justicia libertad, la igualdad y pluralismo) en un momento en el que el mundo está en una situación de incertidumbre.

El arte es consustancial a la vida humana y desde tiempos prehistóricos y cavernarios ha acompañado al ser humano, en manifestaciones cada vez más sofisticadas, sobre las que es difícil descubrir, en ocasiones, su significado. Desde el punto de vista temporal los profesores Luz Neira y Jonathan Cruz Ángeles nos trasladan a la antigüedad. La profesora de la Carlos III nos muestra cómo las representaciones de los mosaicos reflejaban valores propios del contexto, diverso, en que fueron originadas y que han influido en el pensamiento de la civilización occidental, y han logrado impactar en la sociedad actual.

 

Temas como la creación de la humanidad, el castigo, la contraposición entre orden y caos, la imagen del otro, la mujer, las relaciones entre pueblos, la guerra justa etc.. El profesor de la Universidad de Jaén profundiza en cómo la mitología griega ha desempeñado un papel relevante en las narrativas del Derecho internacional. El mito sobre la creación del universo y los dioses establece una base simbólica y trascendental para comprender el orden y la justicia en el mundo y para transmitir determinados valores. El arte va del pasado al futuro, donde Elvira Prado Alegre, responsable en patrimonio nacional y Santiago Ripol Carulla, catedrático de Derecho internacional de la Universidad Pompeu Fabra, abordan una dimensión innovadora y desconocida como es el arte espacial en conexión con los valores de la humanidad, más allá de las fronteras terrestres y cómo los artistas, con sus obras, pretenden una mayor concienciación planetaria, como símbolos de paz y unidad.

Las visiones sobre la relación entre arte y valores no son coincidentes y desde cada ángulo hay matices y disquisiciones que muestran que estamos ante un planteamiento novedoso, sobre el que el estudio y la investigación resultan fructíferos. No es un ámbito lleno de clarividencias sino de cuestiones. Los propios artistas que participan en este número no se ven a sí mismos como transmisores de valores, ni consideran que forme parte de sus funciones. El genial pintor Antonio López considera que el arte es una necesidad de algunos hombres y mujeres de expresarse, pero no considera que a través del arte se quiera transmitir un mensaje. No es una dimensión que se plantee. En otra contribución el importante escultor Sergio Fernández mantiene, en un análisis interesante, que a su juicio cuando las cosas dejan de cumplir su función social pasan al ámbito de la creación artística dejando de ser lo que fueron, momento en el que se desarticula la relación entre ética y estética. Propone devolver el arte a un pensar más modesto, dejar de reivindicar la idea del artista como un ser tocado por el halo de misterio y reencontrarse con el humilde hecho de ser escultor y dominar una técnica. Sin embargo, otros

artistas como Gilberto Corbi Murguí, artista del exilio, retratado por Emilio Menéndez del Valle, embajador de España, sin duda tuvo el deseo de transmitir valores generales a través del arte, creando la revista la Barraca, el logotipo del PSOE en el exilio -el yunque y la pluma- e impulsando proyectos democráticos y humanistas.

Definir el arte es una tarea difícil y en evolución. La reflexión sobre la conexión entre arte y valores permite recorrer la historia del arte y del patrimonio. En una revista como Tiempo de paz esa reflexión resulta necesaria pues los valores han ido cambiando a lo largo del tiempo y se pueden ir plasmando en el arte. El valor de la paz constituye algo reciente en la humanidad, al menos reconocido y como tal, y eso no podía dejar de reflejarse en el arte. A través del tiempo y de símbolos se expresan, implícita o explícitamente, los valores de cada época, y se contribuye a su transformación. Son muchas las maneras de ver el arte en conexión con los valores. La idea de este número es realizar una reflexión sobre su conexión desde dimensiones diversas (pintura, escultura, arquitectura, literatura, cine etc.) y desde la plena libertad intelectual de los invitados, procedentes de diferentes especialidades, a los que se les formuló la cuestión. El resultado es rico y diverso. El arte, de una manera general, reflejado la cultura y el pensamiento dominante de una sociedad y de sus contradicciones. Algunos autores como el Director de esta revista analizan cómo el arte se refleja en símbolos que transmiten mensajes análisis, tanto en tiempos históricos como en la modernidad y se centra luego en el relato de la idea de España en el arte y de la comunidad internacional en el arte, y cómo eso refleja determinados valores como el de la paz o el de la dignidad humana.

Gran parte de los estudios analizan la reflexión sobre la conexión entre arte, valores y Derecho, desde distintos ángulos. El Embajador de España en la UNESCO, antiguo ministro de cultura y profesor de filosofía del Derecho de la UC3M, José Manuel Rodríguez Uribes defiende la idea de la cultura como valor o conjunto de valores y sobre el Derecho como cultura. La interacción entre Derecho y valor, su estrecha conexión es objeto de otras reflexiones. En esta línea el catedrático emérito de derecho constitucional de la Universidad complutense, Javier García Fernández, uno de los mayores expertos en patrimonio cultural analiza cómo se va configurando el concepto de patrimonio histórico y se van conformando sus rasgos actuales a través del derecho, y sus valores. Desde un ángulo más concreto Celia M. Caamiña, profesora de derecho internacional privado, analiza la cuestión de cómo el nacionalismo cultural se refleja en las reclamaciones de restituciones de bienes culturales y el régimen jurídico internacional de las mismas, fundamentalmente a la luz del convenio de Unidroit de 1995 y la directiva 2014/60/UE.

Otros análisis se refieren a intentar descubrir la relación entre arte y valores en determinados sectores de la cultura, en agendas internacionales. Así, mientras que Margarita Asuar, abogada y representante de artistas, aborda los diferentes objetivos de la Agenda 2030 a través del arte, la profesora de la Universidad de Málaga Maribel Torres Cazorla aborda el tema del patrimonio cultural en peligro en el caso de Ucrania, no solo desde el inicio de la guerra de 2022 sino desde la anexión de Crimea en 2014.

El profesor Jesús García Cívico de la Universitat Jaume I se plantea si el cine puede enseñarnos valores, ante lo cual se plantea una cuestión previa, que es la de si los valores se pueden enseñar; por su parte el profesor José Pérez Collados, catedrático de la Universidad de Girona aborda de manera muy interesante la relación entre las ciencias sociales y la literatura, analiza el movimiento Derecho y literatura y la narración en que concluye un proceso judicial. Finalmente, pero no menos importante, otras contribu-ciones analizan cómo a través del arte se puede cooperar y formar, así como contribuir a la inclusión social. En este sentido destaca la ponencia sobre el teatro como herramienta de sanación ante la violencia política en Guatemala (MPDL Guatemala), o la ponencia sobre el arte como promotor de valores y transformación social, elaborada por Nolvira Soto Orrego, del MPDL Colombia Les invitamos a la reflexión sobre un tema abierto, con múltiples dimensiones y aristas, que hemos orientado con la idea de contribuir a la promoción de los valores a través del arte.

 

 

Revista Tiempo de Paz 148 | EUROPA: CONSTRUIR EL FUTURO O VOLVER AL PASADO

Revista Tiempo de Paz 148 | EUROPA: CONSTRUIR EL FUTURO O VOLVER AL PASADO

Número: 148
Periodo: Primavera 2023

Tiempo de Paz aborda en este número la crisis constitucional europea.

En las últimas décadas, la crisis constitucional europea (con el fracaso de la constitución de 2004), la crisis financiera posterior, el Brexit, la pandemia del Covid 19 o la guerra de Ucrania han hecho que la Unión Europea y el mundo se enfrenten a una situación desconocida de policrisis y de consiguientes incertidumbres. En esta situación la Unión Europea es un proyecto en construcción que, además, debe responder a recientes derivadas de la inflación, la crisis climática, los cambios en la geopolítica internacional y otros fenómenos.

 

Es un momento de crisis y de transición este primer cuarto del siglo XXI, tanto desde la perspectiva internacional como europea. Aunque hay que matizar que fenómenos como los señalados no han sido negativos para la integración, pues han llevado a hacer de la necesidad virtud, siendo factores más cohesivos que divisivos. Incluso el Brexit no ha sido negativo.

En todo caso este cúmulo de circunstancias plantea la cuestión de si deben ser afrontadas con más o con menos Europa. Esta revista y el conjunto de los autores que aquí escriben consideran que la respuesta a los principales retos económicos, políticos y sociales actuales pasan por que la Unión Europea se fortalezca como un instrumento útil para el progreso de los pueblos de Europa.

Enrique Barón, Antiguo Ministro y Antiguo Presidente del Parlamento europeo ha coordinado la confección de este número que creemos que pone sobre el tapete no todas, pues eso sería imposible, pero sí la mayor parte de las cuestiones que se plantean para el futuro de Europa. Y ello es particularmente interesante cuando España se prepara para asumir la presidencia de la Unión Europea en el próximo mes de julio.

Muchas ponencias traslucen el deseo de ir hacia la soberanía europea, y en verdad, lo que ponen de relieve es la necesidad de no depender de terceros en cuestiones esen-ciales, tales como la seguridad, la energía o los alimentos, lo que nos hace vulnerables. Ese deseo de independencia de terceros ha surgido ante algunas debilidades en la pandemia o en la guerra de Ucrania, que no fueron previstas suficientemente en el pasado. Pero más vale tarde que nunca. Además, la construcción europea supone integrar a muchos Estados por lo que es una obra lenta y progresiva, que no tiene parangón en otras regiones, lo que evidencia la dificultad del reto.

El futuro de Europa está abierto y este número pone de relieve elementos que deben presidir tanto la reflexión como la acción. El profesor Francisco Aldecoa, catedrático de la UCM y Presidente del Movimiento europeo, antiguo director de Tiempo de Paz, hace una amplia e interesante reflexión sobre los factores que condicionan el futuro de Europa y sobre las perspectivas de este nuevo ciclo político. Nos muestra los avances que han venido de la mano de la pandemia -como mancomunar la deuda pública europea, o la compra de material sanitario- que evidencian lo que califica de solidaridad federal. Así mismo, analiza las negociaciones de la conferencia, las propuestas de reforma de los tratados, o las consecuencias de la agresión rusa en la construcción europea.

El eurodiputado español Domènec Ruiz Devesa y Alejandro Peinado, del Parlamento Europeo, reflexionan sobre el papel que puede desempeñar la presidencia española de la UE en 2023 como momento en el que se pueden dar pasos federalizantes como serían avances en áreas como la unión sanitaria, financiera, energética, migratoria, social y de defensa. Avanzar en la senda federalista europea supone dar amplios pasos en estas materias, muchas de los cuales son objeto de posteriores análisis más detallados en este mismo número.

Algunas políticas que debieran avanzarse son objeto de excelentes análisis precisos. En materia migratoria, Anna Terrón, Directora de FIIAP, analiza el desarrollo de la Agenda de Tampere, tanto en sus logros como en sus escollos y muestra la necesidad de reorientar la situación en temas como el asilo, donde la transposición de reglamentos y directivas sigue produciendo tantos subsistemas como Estados miembros tiene la Unión, habiendo tantas distintas velocidades en migraciones como políticas nacionales. De tal modo que la libre circulación no ha sido una fuerza motriz suficiente como para impulsar el Espacio de libertad, seguridad y justicia, en un ambiente tóxico sobre las cuestiones migratorias en el que España debería potenciar un nuevo impulso hacia un nuevo pacto migratorio.

Del mismo, modo el eurodiputado Jonás Fernández aboga por la necesidad de un salto trascendental en la Unión Económica y monetaria, en un momento clave en la evolución de la misma, tomando como palanca de impulso los planes Next Generation -para que no sean únicamente algo transitorio, e impulsando la Unión fiscal, que recuerda hizo fracasar la respuesta a la crisis financiera de 2008.

Otro elemento a considerar es la potenciación de la Unión Europea como actor global y factor de paz, que analiza Benedikta von Seher-Thoss, directora general de política común de seguridad y defensa de la Unión Europea, que considera que hay que reforzar esta dimensión y cumplir la brújula estratégica, junto a otras que fortalezcan la seguridad y la defensa europeas frente a las viejas y las nuevas amenazas, del mismo modo que posibiliten que la UE sigan defendiendo valores y principios universales en un mundo cada vez más inestable, así como las reglas del orden internacional.

En un plano similar, Enrique Gomáriz, asimismo antiguo director de Tiempo de Paz, aborda la cuestión del lugar de la OSCE en el diseño post-guerra de Ucrania. En su opinión el “reto estratégico consiste en mejorar de forma consistente la capacidad de defensa disuasoria de la Unión Europea, sin dejar de ser un poder normativo, que impulsa la paz y la seguridad del continente y el resto del mundo, evitando incorporar a la Unión Europea a la carrera hegemónica protagonizada por las otras potencias militares”, por lo que resulta “indispensable recuperar el debate sobre un sistema paneuropeo de paz y seguridad”.

Este loable deseo no aparece sin embargo en la propuesta que hizo el presidente alemán, Scholz, que en respuesta al presidente Macron hizo en un discurso en la Universidad de Praga, analizado por Ernst Stetter, antiguo secretario general de la Fundación europea de estudios presupuestarios. El presidente alemán considera que es necesario reforzar la soberanía europea para hacer frente a las exigencias del siglo XXI, lo que debe hacerse mediante el impulso a una Europa geopolítica que incluya a los Balcanes, a Ucrania, Moldavia y Georgia, así como otras líneas de acción. Esta visión de Europa ante un cambio de época que se refleja en el ataque a Ucrania no cuenta, sin embargo, con el consenso europeo ni, por el momento con el respaldo del eje franco-alemán, que fue el poderoso motor europeo en el pasado.

En este número Stephen Hughes, antiguo miembro del Parlamento Europeo, plantea la posibilidad de reversión del Brexit, aunque la ve lejana y que sólo podría producirse si concurre el deseo de la población británica, un gobierno que la busque y la aceptación por los Estados miembros. Según su opinión, esto sólo puede significar una cuestión de tiempo para que se alcance.

Asimismo, Mónica Baldi, vicepresidenta de la asociación de antiguos diputados del Parlamento Europeo y vicepresidenta de Ars Pace, analiza el cada vez más relevante papel estratégico de la diplomacia cultural.

Por su parte Antxon Olabe, economista ambiental, analiza cómo ha colapsado el modelo energético basado en gran parte en la dependencia de Rusia, y cómo se está construyendo un nuevo sistema que busca avanzar hacia la autosuficiencia energética, asegurando los suministros. En esta transición energética. Indica, el papel de España puede ser relevante en la capitalización tecnológica e industrial asociada a ella. Porque, señala también, la UE debe continuar liderando la acción climática mundial como ha hecho hasta ahora.

Cristina Gallach, Comisionada especial para la Alianza por la Nueva economía de la Lengua, que dirige un Perte creado para potenciar el español y las lenguas cooficiales como factor de crecimiento económico y de competitividad internacional en aras de la inteligencia artificial, la ciencia, la educación y la cultura. Explica cómo van a distribuirse los Fondos Next Generation de cara a ese necesario desarrollo en especial del mundo de la tecnología punta y de la energía verde.

La necesidad de la actualización de la reforma sanitaria que aborda Rafael Bengoa, ex director de sistemas de salud de la OMS, pone de relieve que España tiene un problema especial con la longevidad, al que no se le ha dado respuesta suficiente desde el ámbito político, y sobre el que habría que dar un giro importante.

Del mismo modo Carlos Susias y el Equipo EAPN-Es, aborda la necesidad de mayores políticas redistributivas y de justicia social para hacer frente a la pobreza y la exclusión social, que no son precisamente cuestiones marginales en Europa, sino altas y constantes, lo que indica causas estructurales.

Otras políticas que la presidencia española debería tener en especial consideración son la digital, que analiza Ana Caballero, Vicepresidenta de la Asociación europea para la transición digital, nos muestra la necesidad de conseguir la soberanía digital para Europa, bajo los valores y principios elegidos. Y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia debe servir para ello.

El profesor Héctor Casanueva, Vicepresidente del Foro Académico AlC-UE, reflexiona cómo deben cambiar las relaciones estratégico-políticas de la UE con los países, tan diferentes entre sí, del Sur Global. La estrategia de alianzas requiere compartir intereses con países con los que tiene especial relación, entre ellos, muchos del Sur Global.

En definitiva, estamos ante un número repleto de interesantes análisis abiertos que permiten ver los desafíos más importantes y difíciles de la Europa del siglo XXI, en unas páginas llenas de sugerencias para la historia que se irá escribiendo durante los próximos años.

 

 

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