Esperanza para Colombia

Colombianos votando en el referéndum

Paz en Colombia después de 50 años de conflicto armado
Paquita Sauquillo, presidenta de Fundipax-Iniciativas para la Paz

El pasado 26 de septiembre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC firmaron un acuerdo de paz histórico para poner fin a medio siglo de guerra que ha costado más de 250.000 muertes y centenares de miles de desplazados y damnificados. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos y el líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, se estrecharon las manos ante mandatarios de todo el mundo para sellar la paz, a falta de un referéndum en el que se sometería a los ciudadanos colombianos los términos del acuerdo para su ratificación.

En el referéndum, a pesar de que las encuestas indicaban que el acuerdo sería apoyado por la población, los ciudadanos votaron “no” por un margen muy escaso, arrojando dudas sobre la continuidad de la paz. El «sí» habría allanado el camino para poner fin a más de medio siglo de combates entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Sin embargo, poco más de la mitad (50,21 por ciento) de los que emitieron su voto el domingo votaron «no» a la pregunta: «¿Apoya el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera?»

Durante las horas siguientes a la verificación de los resultados del referéndum, tanto el Gobierno Colombiano como las FARC hicieron llamamientos a la calma, e insistieron en que el alto el fuego firmado en junio se mantendría, por lo menos, hasta el 31 de octubre, lo que provocó inquietud y la inevitable pregunta ¿y después, qué?

El apoyo, sin embargo, y el reconocimiento a los esfuerzos para alcanzar la paz llegó desde la Academia Sueca, que premió pocos días después al presidente colombiano Juan Manuel Santos con el Nobel de la Paz, lo que se considera un apoyo inequívoco a los esfuerzos para hacer que la paz sea una realidad. Si se logra, se pondrá fin al conflicto más largo de América. Las bases para lograrlo están puestas y parece que ambas partes están dispuestas a recorrer ese camino.