REFUGIADOS COVID 19

Sin duda, las peores consecuencias de la emergencia sanitaria generada por el Covid 19 las sufren quienes ya se encontraban en una situación de vulnerabilidad antes de la pandemia.

Los refugiados forzados a abandonar sus lugares de origen, se enfrentan también a la enfermedad y a la falta de medios.
Su situación no ha dejado de empeorar; y la expansión del Covid-19 en estos espacios de confinamiento, con grandes carencias de salubridad y condiciones de vida, no parece que vaya a mejorarla.
Esas condiciones dificultan el cumplimiento de cualquiera de las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, donde la imposibilidad de distancia social o aislamiento, el limitado acceso al agua potable o productos sanitarios, las escasas condiciones sanitarias, y la falta de información convierte  los campos de refugiados  en un escenario dramático ante la llegada del coronavirus.
Por tanto la respuesta mundial ante la crisis del COVID-19 debe incluir a todas las personas  y también a los refugiadas. La mayoría de ellos dependen de una cadena humanitaria, que se ha roto por diferentes puntos, dadas las limitaciones de movilidad y la situación de parálisis de muchos países.
Por ello Organismos internacionales y entidades sociales están desarrollando acciones preventivas para tratar de solventar dichas condiciones y la falta de medios combatir a dicha crisis sanitaria.

El 20 de Junio la «Comisión Española de ayuda al Refugiado» por el *Día Mundial del Refugiado* y lanzaron el documental *Memorias de Refugio*, un viaje por la vida de seis personas refugiadas que nos llevan a reivindicar *la importancia de acoger.